viernes, 16 de septiembre de 2011

SOLEDAD

Parece que tan solo fue ayer
Cuando tu tibia mano rozó la mía
Y sentí mi piel erizada al tener
Tu aliento sutil en noche tan fría

Ahora ya el tiempo se ha ido
Ha pasado sin detenerse a mirar
Aquellas dos almas que en el nido
Tibio del ensueño sintieron delirar

Ya no me miras como antes
Ni callada me pides un beso
Ni recuerdas ya esos instantes
Mirándonos con tierno embeleso

Estas a mi lado y sin embargo
Te siento tan fría y distante
Bebo a solas mi trago amargo
Y no te suplico ya ¡dame un instante!

05/07/11

INVOCACIÓN

Al sublime susurro de la tarde quieta
Invoco tu nombre con vehemencia
Arranca el lazo que a la vida me ata
Que no es propio de ti tener clemencia

En el ocaso agónico de esta triste tarde
Mi cuerpo etéreo saborea al final de la vida
La suave caricia de la brisa bajo el sol que arde
Y que llama al dulce sueño de la muerte amada

Y esta alma vuela presurosa e invisible
Como la tarde fúnebre que abandona al día
Y me libera de una vida que tanto duele
Vida que más que de vida tiene de impía

Y sonriente mi boca y pálida mi frente
Sentirá la sublime paz que así espero
Cuando llegue sin más y tempranero
El día feliz que elija para mi muerte

30/marzo/2011

domingo, 17 de julio de 2011

FELONÍA

Confuso inquiero ¿porque me has traicionado?
en la terrible oscuridad sigo la tenue estela
de tus grandes alas que me han aprisionado
y que me aferran a ti aunque me duela

En sombras, siniestra te inclinas irreverente
a contemplar el sueño inerme de mi aliento
Y si apenas tu boca besa mi cetrina frente
Susurras caricias frías que no siento

Me arrastro adherido a tu aciaga planta
y tu rostro impasible y altivo me niega
La plegaria sublime que mi alma canta
Y que fiel a sus preceptos a ti se entrega

Y que tarde desentrañas el misterioso enigma
Que cubre tu rostro de letal indiferencia
Y vislumbra la ironía que junto a ti camina
No me amas ya; lo recuerda mi conciencia


30/ junio/ 2011

viernes, 3 de diciembre de 2010

ÉGLOGA ADOLESCENTE

Como ha pasado el tiempo y sus desengaños
tu, la musa ideal de mis quince años
mi sueño feliz, mi ilusión primera
¿A dónde ha ido tu mirar triste de primavera?

Dime que ha sido de ti, háblame
desde la profundidad de tu silencio,
no temas si piensas que has de herirme;
de nada vale ya tu amor o tu desprecio

Háblame desde el pasado del que te he amado
ahora que adivino en tus ojos lagrimas
así entiendo que también yo he perdido
cuando siento que con ellas me lastimas

Me han hablado de tu inmenso dolor
y lo escucho más cerca en mi conciencia
entonces me pregunto, enfermo de furor
¿Qué paso que se nos fue la existencia?

Yo sé del porque de tus tristezas
también del dolor que te causa mi nombre
y aunque otros llegaron con sobrada presteza
no has podido olvidarme con otro hombre

02/12/2010

jueves, 26 de agosto de 2010

DOLOR DEL ALMA; INFINITAMENTE SUPERIOR AL DOLOR DEL CUERPO

7 de la noche de un día cualquiera. Entró temeroso a la habitación en la cual parecía completamente extraño, como si se hubiera equivocado de lugar. Se detuvo meditabundo detrás de la puerta que rechino escandalosamente con un agudísimo sonido que lastimó sus oídos y acelero su pulso. Se incremento su nerviosismo y sus ganas de desaparecer. Prefirió quedarse en ese lugar por un momento.
Algo le preocupaba, algo lo mantenía intranquilo, sobre espinas como dicen los mayores. Le preocupaba principalmente la llegada de su padre al anochecer y recordaba la amenaza de mama – espera nomas que llegue tu padre-. Además le indignaba y le llenaba de impotencia la risa burlesca y lasciva de sus hermanos que ya se divertían con la próxima paliza que iba a recibir en la noche. Era inútil reclamar, al menos explicar, pedir que por favor mama no se lo digas a papa. Sabía muy bien que de nada valdría. Solo quedaba esperar... esperar que no pasara el tiempo o estar en otro lugar, lejos de todo, lejos de los hermanos que lo veían como el hermano malo, como a un bicho raro al que hay que eliminar… al futuro asesino en potencia, al criminal desalmado… al próximo inquilino del espantoso infierno donde las almas condenadas arden por los siglos… terrorífico para un niño como el… un niño triste y tímido y apenas con siete años de edad.
En la mañana de aquel día había salido temprano luego de desayunar. El sol brillaba ya sobre las cordilleras volviéndolas maravillosamente doradas. Su pasatiempo favorito era caminar descalzo sobre el pasto, sentir el olor de la tierra mojada… perderse en sus pensamientos, en sus sueños de llegar a ser poeta, ser un pintor como Guayasamin o Picasso o de ser profesor.
Ese día luego de su acostumbrado paseo se encontró con su hermano pequeño que recién acababa de levantarse y entre los dos se dispusieron a jugar. La mañana transcurrió tranquila, apenas el silencio era desgarrado por el grito de los pequeños. Jugaron a ir a dejar a los chivos (frutos de gañal) a que coman pasto, pescar chufles, construir casas, puentes, carreteras, dibujar sobre el cemento con un pedazo de teja, fabricar arados, carros, etc. Y como es de costumbre en los juegos infantiles luego de tanta diversión vino la reyerta a dañarlo todo. El caso es que discutían, e irremediablemente llegaron los golpes pero como él, tenía un pequeño machete en su mano, inconscientemente lo levanto por lo alto por intimidar a su hermano más que con la intensión de lastimarlo. Ni siquiera había pensado en eso. Era todo pero fue suficiente para provocar la queja inmediata del hermano menor hacia su mama que veía al hijo de sus entrañas dando lastimeros alaridos al haber escapado milagrosamente de una muerte segura. Pudo haber quedado hasta aquí pero mama considero oportuno dar aviso a papa con lujo de detalles de todo lo acontecido. Y no era para menos, un intento de asesinato era algo gravísimo, un acto fratricida imposible de perdonar y que solo se pagaba en la correccional a donde decían que lo iban a enviar mientras viva y luego de la muerte al tenebroso infierno.
Y la amenaza de mama seguía zumbándole a los oídos -espera nomas a que llegue tu padre- y en efecto su padre llego. El corazón le dio un vuelco y su cuerpo débil y pequeño temblaba de miedo, su cara pálida de terror… tenía un ataque de taquicardia… algo le oprimía el pecho… sentía que le faltaba el aire. Pero había que ser fuerte hasta donde le sea posible. Dejo su escondite y se dirigió a la cocina. Todos cenaban ya. Entro temeroso, paso a paso, la cabeza agachada como la de un reo que llevan al cadalso. Se encontró con la mirada amenazadora y triste al mismo tiempo de su mama y la mirada pesada de sus hermanos. Apenas comió algo, luego más tranquilo se dirigió a la habitación donde su madre y sus hermanas aun tejían. Que fría y tenebrosa fue aquella noche.
De pronto entra su padre y toma asiento. Solo falta que la hermana comedida incite a mama a confesar a papa del gravísimo incidente. Ahora ya no falta nada. Ante el puntual recordatorio de sus hermanas, mama explica detalle a detalle la escena del crimen, de cómo había intentado asesinar a sangre fría a su hermano menor. Con la cabeza agachada y con lágrimas de desamparo en los ojos no se atreve a mirar a su padre que dirige ya su mano hacia la cintura para despojarse de su grueso cinturón. Cuando al fin su padre tiene el látigo entre sus manos, echando chispas de coraje por los ojos exclama seriamente:
- En este momento, te arrodillas y le pides perdón a tu hermano.
¿Qué es lo que escucha? Parece difícil de creer, imposible de asimilar. ¿Arrodillarse y pedir perdón cuando todos están presentes esperando a ver lo que acontece? Qué vergüenza más grande, que humillación. Silencio total. El tiempo se detiene.
Al no ver ninguna reacción papa vocifera
O le pides perdón a tu hermano o esta noche te entiendes conmigo
Bruscamente papa lo toma del brazo y lo obliga a arrodillarse, el esta callado y su silencio solo se interrumpe por un sollozo que inútilmente trata de contener. De rodillas frente al hermano ofendido, pálido pide a dios que si existe que lo ayude. Pero esa noche no acudirá dios.
Papa le da apenas cinco minutos para cumplir su orden, el tiempo se acorta. Incertidumbre total. Por su mente pasa la idea de pedir perdón pero herido su amor propio se detiene. Silba un latigazo y cae seco en su pequeña espalda, y luego otro y otro. No quiere llorar. Esta vez no lo hará. No quiere que sus hermanos lo vean llorar, peor aún su verdugo. Cierra sus ojos porque las lágrimas amenazan con salir. Le duele más el alma que el cuerpo en este momento. Tendido en el piso siente un fuerte estirón en su brazo, se siente suspendido en el aire, lo arrastran incompasiblemente. Entre nubes puede ver a su mama y a sus hermanas derramando copiosas lagrimas de cocodrilo. No entiende porque lloran ni quiere su lástima. Solo quiere estar muerto y a donde lo llevan quizá haya el objeto que lo haga despedirse del mundo. Ya no escucha llantos, solo se siente arrastrado en la oscuridad por una fuerza descomunal. Suenan llaves abriendo una puerta, se escurra un agudo chirrido. El cuarto abandonado se ilumina y es lanzado con fuerza a su interior. Llueven latigazos sobre su cuerpo pero físicamente no los siente. No se pueden sentir dos dolores al mismo tiempo. La luz se apaga y se cierra la puerta. Oscuridad absoluta, soledad, desesperación, rabia, indignación, miedo.
Ahí está todavía, tendido en el frio suelo, con su mundo y sus sueños destruidos. Al asesino le espera la condenación eterna. Para el solo le espera el infierno y el demonio no tardara en llegar. Le toca comprender lo que significa ser la oveja negra de la familia como le habían dicho. Ahora si llora… tiene que hacerlo… tiene que morir… pero no hay nada… ni una cuerda…ni una botella…ni una navaja… ni el cartón de insecticidas. Parece que todo conspira en contra de él. Se golpea contra la pared y cae nuevamente al piso. Rechaza las cobijas que sus hermanas le ofrecen por la ventana y lentamente va perdiéndose en un laberinto ahogado apenas por las lagrimas que salen abundantemente de sus ojos que ya no pueden ni quieren ver la luz. Mañana si la desgracia le permite estar vivo para él será diferente, la vida le marcará un antes y un después de la fractura del alma.

viernes, 9 de julio de 2010

SONETO

Muy bien sé que ya no me amas
En tu mirada comprendo el desvarío
Se también lo que ocultas cuando callas
Cuando sondeo tu corazón que ya no es mío

Comprendo tu desdicha de mujer desengañada
Cuando advierto ese suspiro traidor que te delata
Y revuelves pronta tu cabeza en la almohada
En esas eternas noches cuando tu indiferencia mata

Sin embargo no entiendo porque aun he de amarte
Sabiendo lo que se y viendo lo que veo
Y oprimiendo a mi pecho el dolor de perderte

Aun así acariciando mi deseo de estar muerto
Me quedo en silencio a escucharte si así es tu deseo
Aunque te llames mía sabiendo que no es cierto


18/mayo/2010

domingo, 27 de junio de 2010

PORQUE SE SUICIDAN LOS POETAS

Domingo Triste

El domingo es triste, mis horas son de insomnio

Amada, las sombras con las que vivo son infinitas

Pequeñas flores blancas nunca te despertarán

Allá donde el coche fúnebre de la tristeza te ha llevado

Los ángeles no tienen intención de resucitarte

¿Se enfadarían si pienso en reunirme contigo?

Domingo triste

Mi corazón y yo hemos decidido que se acabe todo

Pronto habrá velas y oraciones tristes lo sé

Déjalos, que no haya lágrimas, déjalos que sepan que estoy contenta de ir

La muerte no es para soñar, en la muerte yo te acaricio

Con el último suspiro de mi alma te bendeciré

.

Escrito por Juanjo Jambrina (www.arcadi.espasa.com)

Se cree que el primer poeta, Safo, se suicidó arrojándose al mar, pero no lo sabemos con seguridad. Muchos otros habrán cometido suicidio, pero no son conocidos o no dejaron obra publicada, o simplemente no hemos podido acceder a sus historias personales, por lo que no han sido incluidos en este estudio.

1. Thomas Chatterton se envenenó con arsénico en una buhardilla de Londres el 25-gosto-1770: Existir es no estar / pero que alguien te nombre…

2. Karoline Günderode se clava un cuchillo en el corazón y se lanza al Rhin el 26-julio-1806: Derrota a tu naufragio y olvida ya esta nave que ni pecio será con unos años.

3. Heinrich von Kleist se dispara un tiro en la boca después de disparar sobre su compañera Henriette el 21-nov-1811, junto al lago Wannsee: Sonríe mientras el arma apunta / tus últimas ideas en su pólvora…Y espérame un minuto antes de irte.

4. Charlotte Stieglitz (1834), joven sensible cultivadora de las bellas artes, se clavó un puñal en el pecho, el 18-dic, para no estorbar la creatividad de su esposo, el poeta melancólico Heinrich Stieglitz: Juntos padecimos una pena… Te irá mejor ahora… Nos volveremos a encontrar, más libres… Saluda a todos los que amé… Hasta siempre jamás, tu Charlotte.

5. Thomas Lowel Beddoes, después de haber perdido una pierna en un intento de suicidio previo, muere por ingestión de veneno el 26-enero-1849 en Basilea: Y si el tiempo final se demorase / Liba este amargo arsénico que te pongo en el vaso.

6. Gérard de Nerval aparece muerto en la nieve de París el 26-enero-1855: Ahorcarse con el sombrero puesto / es burlar a la muerte de dos formas… / lo mismo un día de estos / le hago un quiebro.

7. Antero de Quental muere de dos disparos. Su mano apretó el gatillo en Punta Delgada el 11-Septi-1891: ¿Cómo querrá la muerte mi alma / si está muerta?/ ¿No es el alma el botín?…/ ¡si yo no tengo!.

8. José Asunción Silva se dispara un tiro en el pecho sobre el que hizo dibujar un corazón a su médico el 14 -mayo-1896 en Bogotá: No soy buen tirador / usted me entiende.

9. Ángel Ganivet se lanza dos veces al río Duina; la primera lo sacan del agua. En Riga el 29-Nov-1898: No la horca, el arsénico ni el tiro / jamás la bala… nunca el aparejo / prefiero un trago amargo e infinito.

10. Wolf von Kalckreuth se dispara una bala en la sien junto a su cama. En Cannstadt, el 9-Oct-1906: A cambio de la herida de tu sien / recibe esta elegía / que me pondrá el laurel de tu epitafio.

11. Periclís Yanópulos monta un caballo a galope hacia el mar, y cuando ya no puede avanzar más se dispara un tiro con su revolver. En las cercanías de Eleusis el 10 de abril de 1910: Es Itaca / y no duele.

12. Peiu Yavórov ingiere veneno y se pega un tiro en la cabeza. En Sofía, el 16 de octubre de 1914: Ya no puedo arder más en esta llama / Nada puede volver /¿Qué hacer entonces?.

13. Georg Trakl se administra una dosis de cocaína que le produce la muerte. En Grdek, el 3 de noviembre de 1914: No he vivido, y lo sé…/ Tan sólo he muerto.

14. Mario de Sá Carneiro toma estricnina en París, el 26 de abril de 1916: Pero el cuerpo que posa, el que me mira / El que envejece al lado de mis cosas… / Ese tipo no es yo, no le conozco.

15. Arthur Cravan desaparece una noche en la Bahía de México, el año 1919: …Y un barco con el que hundirte / en la bahía de Méjico / mientras el mar se pierde en el mar.

16. Sergei Esenin se ahorca en el hotel Angleterre después de escribir unos versos con su sangre. En Leningrado, el 28 de diciembre de 1925: Otra vez el espejo… / ¿Para qué quiero conciencia?.

17. Paco López Merino se dispara un tiro en la sien en el retrete de un café de la ciudad de La Plata, el 22 de mayo de 1928: Esta hora es perfecta / para el último hálito.

18. kostas Kariotakis intenta ahogarse en el Mediterráneo, y, al no conseguirlo, se ducha y se arregla para dispararse un tiro en el corazón bajo un eucaliptus. En Prévesa el 21 de julio de 1928: ¿Cómo será la nada del abismo? / ¿Cómo será la muerte?.

19. Jacques Rigaut funda la “Agencia General del Suicidio”, y se dispara un tiro en el corazón, en París, el 5 de noviembre de 1929: La autodestrucción como acto de fe… / Como negocio, en fin, seguro y cierto./ Se admiten asociados… / O accionistas solventes sin escrúpulos.

20. Vladimir Maiakovski se dispara un tiro en Moscú el 14 de abril de 1930: Muero de libertad / mientras el mundo es un incendio.

21. Ramos Sucre muere tras cuarto días de agonía por haber ingerido barbitúricos el día que cumple cuarenta años. En Ginebra el 13 de junio de 1930: …y esta soledad única, indescifrable y nítida de segundos eternos / que reclama descanso, aunque sea final.

22. Florbela Espanca muere por una sobredosis de veronal en Matozinhos, el 8 de diciembre de 1930: Morir no es fácil, no / pero es lo más correcto.

23. Vachel Lindsay ingiere un desinfectante doméstico en Soringfield el 5 de diciembre de 1931: ¿No hay ni siquiera un veneno accesible que llevarme a la boca?.

24. Hart Crane se arroja al Atlántico desde la cubierta del buque Orizaba en el Golfo de Mexico, el 27 de abril de 1932: En la borda, el sabor a salitre / me llama a ser océano. / Valoro la distancia / y alzo el vuelo.

25. Sara Teas dale ingiere una sobredosis de barbitúricos y muere en Nueva York el 29 de enero de 1932: Mis piernas no responden, / y no he amado aún… / Tan sólo fuí palabras en un mundo de gestos.

26. Roussel es encontrado muerto en un hotel de Palermo el 14 de julio de 1933: Cerciórese sin miedo de que ya no respiro… / Y, luego, entréguele esta carta a mi albacea./ Le nombro mi heredero, como ve. / Y olvídeme después / igual que lo ha hecho el mundo.

27. René Crevel abre la espita del gas y se deja morir en París el 18 de junio de 1935: …y esta llave de gas que contiene la muerte / en sólo un giro…

28. Attila József se tira al tren en las cercanías de Balatonszárszó el 3 de diciembre de 1937: Y no lloréis por mi./ Sólo pago mi deuda.

29. Leopoldo Lugones quema sus libros y muere por ingestión de cicuta en la Isla del Tigre el 18 de febrero de 1938: Purifícate en la llama naranja / y hazte ceniza en el rito de Stromboli. / ¡Que bien ardes!, amigo.

30. Alfonsina Storni se interna despacio en las aguas del Atlántico en Mar del Plata el 25 de octubre de 1938: …mirándome sin vista, / recordando desnuda / el hecho doloroso que nos muerde.

31. Antonia Pozzi ingiere una sobredosis de fármacos en su casa de Milán el 3 de diciembre de 1938: Una mujer en prosa soy ya… / Se acabó el rito.

32. Marina Tsvetaeva se ahorca en Elábuga el 31 de agosto de 1941: En el Este también la soledad lo es todo.

33. Cesare Pavese ingiere dieciséis envases de somnífero y muere en Turín el 27 de agosto de 1950: Sólo pide la muerte / urgente y necesaria / para dejar de ser / la peste de si mismo.

34. Tor Jonsson se ahorca en Oslo el 14 de enero de 1951: ¿Para qué escribir más / de todo lo que existe / si los ojos conforman / siempre un mejor poema?.

35. Jean Pierre Duprey fue hallado sin vida en su taller de París el 2 de octubre de 1959: Así quise ser yo, así./ Y orinarme en los símbolos del mundo.

36. Carlos Obregón ingiere una sobredosis de barbitúricos en Madrid, el 1 de enero de 1963: …se averigua un sonido de sirenas / que ya no señalan la herida, / no la cantan, / porque la muerte es todo.

37. Sylvia Plath abre la llave del gas y mete la cabeza en el horno. En Londrés el 11 de febrero de 1963: Hoy quiero hablar contigo / hasta que llegue el alba / y se hagan memoria mis palabras.

38. Tomás González, el día de su vigesimosexto cumpleaños (Diciembre de 1966), tras regalarle a su madre flores y un poema, abrió la ventana y se arrojo al vacío: Madre, también yo quisiera ser mujer. / …para sentir en mi interior / la necedad terrible de haber traído al mundo a esta bestia maldita, / y perdonarte, madre.

39. Violeta Parra, cantora, compositora, pintora, poeta, hija y hermana de poetas… muere el 5 de febrero de 1967, en Carpa de la Reina, a los cincuenta años: Gracias a la vida / que me ha dado tanto…

40. José Mª Arguedas se dispara un tiro en Lima el 2 de diciembre de 1969: No convienen los versos / que nos muestran las vísceras azuleando al sol.

41. Paul Celan se arroja a las aguas del Sena a su paso por París el 30 de abril de 1970: No sirve de nada ya que no sea / morir ahogado en la clepsidra./ Quizás el Sena.

42. John Berryman salta desde un puente a las aguas del Misissippi en Mineapolis el 7 de enero de 1972: Yo he visto a los hombres / caminar fuera de sí / no siendo hombres,/ pero sombras tampoco.

43. Gabriel Ferrater toma barbitúricos y se ata una bolsa de plástico en la cabeza, en Sant Cugat, el 27 de abril de 1972: Te vas a trompicones / amputándome. / Te me ajas sin más…/ y yo mirando.

44. Alejandra Pizarnik muere por una sobredosis de barbitúricos en Buenos Aires el 25 de septiembre de 1972: Podad mi cuerpo cada primavera, / y que crezcan con fuerzas renovadas, / en su tumba, mis esquejes.

45. Jon Mirande, la noche de Navidad de 1972, ingiere una sobredosis de barbitúricos en París: Morir matando / no puede ser suicidio.

46. Alfonso Costafreda es hallado sin vida en el pasillo de su casa en Ginebra, el 4 de abril de 1974: Los latidos contados / de mi corazón se desbocan / buscando el cero.

47. Jaime Torres Bodet asolado por el cáncer, pone fin a su vida con un disparo. En México, el 13 de mayo de 1974: Un algo celular me crece adentro / que me hace pensar / más en mi mismo.

48. Anne Sexton enciende el motor del coche en el garaje y muere por inhalación de anhídrido carbónico. En Weston, el 4 de octubre de 1974: …y un poco de este anhídrido carbónico / que bien dosificado te hace dormir tranquila para no despertar de nuevo / al tedio de los días.

49. Héctor Murena muere rodeado de cajas de vino en el cuarto de baño de su casa de Buenos Aires, el 5 de mayo de 1975: Déjate al aspaviento de sus órbitas / abandona tu piel a su mandato.

50. Jens Bjorneboe anuncia su suicidio en un programa de televisión y muere luego ahorcado en Veierland el 9 de mayo de 1976: Suspenderse un instante y dormir. / Dejar de ser el cadáver diario / y ser el muerto.

51. Luis Hernández se deja atropellar por el metro de Buenos Aires, el 3 de octubre de 1977: Matar a Dios / quizás sea el mejor de los suicidios.

52. Justo Alejo se suscribe a la revista Clarín y se arroja al vacío desde el edificio del Ministerio del Aire en Madrid, el 11 de enero de 1979: Sólo una cosa quiero / antes de ver el fín:/ y es recibir Clarín / en mi tumba espartana…

53. Alexis Traianós conecta una manguera desde el tubo de escape al interior de su automóvil y fallece por asfixia. En Capandriti, el 7 de mayo de 1980: Todos los muertos soy yo./ Todos.

54. Enrico Freire, murió en Granada, el 14 de octubre de 1980. Dejó abierto el gas y encendió la vela que siempre usaba para “inspirarse” y escribir su último poema, titulado “explosión”: Antes del grito, tardo 44 años, 3 meses y un día en encontrar la salida.

55. Severino Tormes, estrelló su coche contra un árbol camino de Tordesillas, el 15 de noviembre de 1980: 15 de noviembre: Tengo la sensación de haber vivido absolutamente en vano. ¿De qué me han servido los libros, la música, el amor, la poesía?. Una amarga carcajada contra un árbol y otra eterna en el infierno.

56. Paula Sinos (Baracaldo 1950-Portugalete 1981): El maquinista del trén dijo: “Vi un bulto a lo lejos… creí que era un perro… Frené pero era tarde… jamás olvidaré su rostro…”: Siempre puedes pensar que fue el trén / el que se arrojó a ti.

57. Fabrice Graveraux se corta las venas delante de sus amigos en Viareggio, el 8 de enero de 1982: En la lente el disparo, / en la vena el cuchillo. / Es la fiebre. / Es París.

58. León Artigas, el 14 de febrero de 1984, se introdujo el cañón de una pistola entre los diente y disparó. Sucedió en Badajoz: Imploraré tan sólo un destello / cegador de lucidez / para devolverle a Dios / un cadáver de lujo.

59. Beppe Salvia se lanza al vacío desde su casa de Roma, en marzo de 1985: ¿De que sirve perdurar con parámetros / de supervivencia, intentando pasar cada día sin saltar al vacío,…? / Mira los ojos de tu hija / y despídete con un beso.

60. José A. Acillona, murió desangrado en el psiquiátrico de Oña, en mayo de 1990, tras rebanarse el cuello con una lata de conservas: Hace mucho tiempo que te espero. Tú eres mi salvador. Tú eres el justiciero que me volará la nuca. ¡Dispara ya, cabrón!.

61. Alina Reyes se embarcó para siempre en la nave-bañera de un hotel con las venas cortadas, el 14 de noviembre de 1991, en Madrid: “Qué extraño… La luz está aparada y sin embargo juraría que la acabo de encender. Por lo menos, mañana la doncella no tendrá que hacer la cama”.

62. José Ignacio Fuentes, murió colgado de su cinturón en la cárcel de Basauri, el 14 de octubre de 1991, dos años después de degollar a su esposa: No tengo más que hacer que fumar hasta la muerte. / Yo fumo y sueño. / Quién sabe si algún día veré un río / o la garra piadosa de una soga.

63. Nicolás Arnero (Segovia, 1950) se ahorcó el 20 de enero de 1991 dejando subrayada una frase en un libro de Pavese: “Basta de palabras. Un gesto. No escribiré más.”: Intuyo la cobarde humillación / de substraerme al suicidio.

64. Víctor Ramos, falleció desangrado por autocastración en la cárcel de Nanclares de Oca, el 10 de octubre de 1995: De queroseno puro, / antes de que florezca la rareza, / rociar la realidad.

65. Wenceslao Rodriguez, Madrid 1970, Sevilla 1997, colgado de una viga de la pensión El Guaraní: …a la luz de un flexo en el desván, / introdujo entre sus labios el cañón de una pistola / e imaginó el fragor de una sonrisa / ante los pies descalzos de la soledad.

66. Marithelma Nostra, Brasil, murió por una sobredosis barbitúricos en un hotel de Madrid (1999.): ¿Sabes?… He observado que hay personas que recurren a un segundo lenguaje para expresar lo que verdaderamente sienten. (…) Estas personas casi nunca saben lo que quieren, casi nunca saben lo que esperan y casi siempre se suicidan.

67. José Agustín Goytisolo se suicidó el 19 de marzo de 1999 arrojándose al vacío desde el balcón de su casa: …una tristísima ceniza / que caía y caía sobre la tierra, / y sigue cayendo en mi memoria, / en mi pecho, / en las hojas del papel en que escribo.