viernes, 16 de septiembre de 2011

INVOCACIÓN

Al sublime susurro de la tarde quieta
Invoco tu nombre con vehemencia
Arranca el lazo que a la vida me ata
Que no es propio de ti tener clemencia

En el ocaso agónico de esta triste tarde
Mi cuerpo etéreo saborea al final de la vida
La suave caricia de la brisa bajo el sol que arde
Y que llama al dulce sueño de la muerte amada

Y esta alma vuela presurosa e invisible
Como la tarde fúnebre que abandona al día
Y me libera de una vida que tanto duele
Vida que más que de vida tiene de impía

Y sonriente mi boca y pálida mi frente
Sentirá la sublime paz que así espero
Cuando llegue sin más y tempranero
El día feliz que elija para mi muerte

30/marzo/2011

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